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Me apetece indagar en tu vida, ¿sabes? introducirme poco a poco en tus circunstancias, conocer tus razones. Me interesa ahondar en tu ojos y en tu dejo de minoria (y mayoria) y encontrar algo mas que humo y alcohol. Quiero tener la oportunidad de conocerte mejor y demostrar que todo fue un error, un guiño del destino que te trajo aqui, a pocos centimetro del infierno... y ardemos. Ansío mirar tu cuerpo sin tanta luz ni tanto grito, por soñar.
Evidentemente me sedujiste ¿lo ves?, porque entre el vaso, el piso y las colillas de cigarros sólo quedaste tú. Sí claro, en otro tono, en otra version contraria, pero al fin tu, con la danza explícita y las faldas que no me bastan. Porque evidentemente no sólo tienes un lado oscuro y eres menos sórdida de lo que se puede ver.
Y seguir en esto, encaminados al polvo, a hablar de vampiros sobre tus senos tan finos y pequeña marea. Exhalar de cansacio, liberar un suspiro deseoso ante tu cuerpo capitalizado en billetes y besos. Tú que compartes tanto, que conoces nuestra naturaleza y nos subestimas en cerdos y dedos y lenguas. Y yo te busco algo más, una alternativa fugaz a tus facciones de porcelana, a tu movimiento etereo.
Te vas, con la sonrisa onírica de no saber, de batallar mientras te niegas para venderte, para mentir por amor a entretener. Aun asi alimentarás tu necesidad de ser y los vas a captar (nos vas a captar) con bailes tramposos y miradas bribonas, tus miradas bribonas... sus miradas bribonas.