Fruta Madura
mardi, décembre 28, 2004
La Corée (pt. II)
Yo siempre pienso en esas cosas, siempre ando repasando esos temas porque es lo que me mantiene obsesionado. Después de darle muchas vueltas llego a la endeble conclusión de que no eres tan lo más (en parte estoy un poco ardilla). Mas bien soy yo que me la paso en la busqueda.
Lo exótico, como tú, como el niemiets, como una mullet con rayos weros y acento chistoso, como el llano; me trastorna, modifica mi entorno en pedazos de vidrio grueso y filoso, altera la forma de mis ojos y mi lengua se vuelve casi brújula.
También es muy probable que yo esté bien demente.
Yo siempre pienso en esas cosas, siempre ando repasando esos temas porque es lo que me mantiene obsesionado. Después de darle muchas vueltas llego a la endeble conclusión de que no eres tan lo más (en parte estoy un poco ardilla). Mas bien soy yo que me la paso en la busqueda.
Lo exótico, como tú, como el niemiets, como una mullet con rayos weros y acento chistoso, como el llano; me trastorna, modifica mi entorno en pedazos de vidrio grueso y filoso, altera la forma de mis ojos y mi lengua se vuelve casi brújula.
También es muy probable que yo esté bien demente.
La Corée
La verdad es que soy bien fácil de deslumbrar, de ahora en adelante lo aceptaré con orgullo. Quiero aprender a asimilarlo, para que individuos como tú no me molesten más (o mejor dicho, no me moleste no poder controlarme al pensar en ti).
Apenas te conozco y ya me siento como atrapado, he adquirido una adicción mal sana hacia ti. Me gustan tus ojos pequeños que a ti no te gustan (y envidias los mios), tu complexión un poco también, tu trasfondo... y no quiero enumerar, porque es un recurso estético que ya desgasté demasiado. Déjemoslo en que me parece que sos lo mas y detallémoslo con que no te conozco: para aplicar el matiz perfecto (lo que quiero que se lea entre líneas).
Buena viaje, buena vida y quiero que nos volvamos a ver.
La verdad es que soy bien fácil de deslumbrar, de ahora en adelante lo aceptaré con orgullo. Quiero aprender a asimilarlo, para que individuos como tú no me molesten más (o mejor dicho, no me moleste no poder controlarme al pensar en ti).
Apenas te conozco y ya me siento como atrapado, he adquirido una adicción mal sana hacia ti. Me gustan tus ojos pequeños que a ti no te gustan (y envidias los mios), tu complexión un poco también, tu trasfondo... y no quiero enumerar, porque es un recurso estético que ya desgasté demasiado. Déjemoslo en que me parece que sos lo mas y detallémoslo con que no te conozco: para aplicar el matiz perfecto (lo que quiero que se lea entre líneas).
Buena viaje, buena vida y quiero que nos volvamos a ver.
mercredi, décembre 22, 2004
Guadalajara's weakest link
No recuerdo muy bien la situación. Creo que todo ocurrió ese viernes que tenía ganas de verte. En realidad esa información no es muy relevante porque yo siempre estoy invadido de ganas de verte. Me decidí por tu indesición y nos pusimos de acuerdo.
Todo lo que pasó después carece por completo de importancia porque, sin ánimos de ofender, no fue exactamente extraordinario (como no sea verte alrededor de 5 horas)y me parece que tú estás al tanto de eso. Platicamos, comimos y platicamos; aunque hasta la fecha no sé si fue en ese orden u otro, o yo estoy pensando en debilidades.
Entonces sucedió que a pesar de nuestra total falta de química, me diste tu número de teléfono. Y no lo podía creer, y el papel olía a ti, a tu pelo o ese olor dulce que me das. Lo tomé con delicioso cuidado y lo mantuve fieramente conmigo, en mi billetera... hasta ayer. En un arranque de estupidez y miedo, lo perdí en Tepic. Apenas me di cuenta, mi corazón se desmoronó porque Tepic era grandísima (además de otros pretextos que me puedo inventar para no sentirme tan imbécil o tan totalmente destrozado).
Llovieron sugerencias de mis acompañantes y la más vulgar fue que te lo pidiera de nuevo o lo consiguiera con alguien más. Debo decir que semejante despliegue de mediocridad me pareció nauseabundo. Encontré intolerable la idea de sustituirte. Imagínalo, sólo piensa en tal insensatez ¿acaso no lo ven? ¿es tan sutil la diferencia? La situación fantástica y quimérica en la que tú, haciendo pleno uso de tus facultades y en el pináculo del libre albedrío, te decides. Tomas el primer papel que encuentras (el más espontáneo) y tomas la primer pluma que encuentras (la más espontánea) y con esas manos firmes y grandes que me encantan, escribes casi con divinidad, tu número. Con el encanto mítico que te caracteriza, tomas las herramientas necesarias y me das un trozo de ti. No niego que probablemente sea el mas nimio y común de todos tus pedazos, pero al final de cuentas me lo diste tú a mí, con entera libertad y disposición, poniendo especial cuidado en los detalles como subrayar tu nombre o redondear bien el cero.
La segunda posibilidad me asusta tanto que estoy a punto del desmayo. Coger cualquier pluma (aunque no será cualquiera), una pluma premeditada e incompetente, y con estas manos sucias, obsenas, débiles, temblorosas, aterradas e inseguras; escribir tu nombre y tu número. Con la letra mas falsa de la que soy capaz, si quiera intentar suplantarte. Me resulta tan poco factible como repugnante.
Por eso fue un alivio encontrar entre mi economía el sagrado papelito, y después de un estallido de violento júbilo he podido dormir tranquilo, sabiendo que no puedo ser tan descuidado. Con eso en mente, he soñado contigo. En mi sueño, no te conocía y tras encontrarte en una plaza, me introduje sin permiso en tu vientre y fascinado con la fascinacion que tu me causas andaba dentro de ti y tú toda llena de estrellas y mar y no me cansaba de explorar tus colores.
Sin avisar: manos, tú, mi almohada, su colchón, la sensacíon de vacío.
Todo lo que me provocas.
No recuerdo muy bien la situación. Creo que todo ocurrió ese viernes que tenía ganas de verte. En realidad esa información no es muy relevante porque yo siempre estoy invadido de ganas de verte. Me decidí por tu indesición y nos pusimos de acuerdo.
Todo lo que pasó después carece por completo de importancia porque, sin ánimos de ofender, no fue exactamente extraordinario (como no sea verte alrededor de 5 horas)y me parece que tú estás al tanto de eso. Platicamos, comimos y platicamos; aunque hasta la fecha no sé si fue en ese orden u otro, o yo estoy pensando en debilidades.
Entonces sucedió que a pesar de nuestra total falta de química, me diste tu número de teléfono. Y no lo podía creer, y el papel olía a ti, a tu pelo o ese olor dulce que me das. Lo tomé con delicioso cuidado y lo mantuve fieramente conmigo, en mi billetera... hasta ayer. En un arranque de estupidez y miedo, lo perdí en Tepic. Apenas me di cuenta, mi corazón se desmoronó porque Tepic era grandísima (además de otros pretextos que me puedo inventar para no sentirme tan imbécil o tan totalmente destrozado).
Llovieron sugerencias de mis acompañantes y la más vulgar fue que te lo pidiera de nuevo o lo consiguiera con alguien más. Debo decir que semejante despliegue de mediocridad me pareció nauseabundo. Encontré intolerable la idea de sustituirte. Imagínalo, sólo piensa en tal insensatez ¿acaso no lo ven? ¿es tan sutil la diferencia? La situación fantástica y quimérica en la que tú, haciendo pleno uso de tus facultades y en el pináculo del libre albedrío, te decides. Tomas el primer papel que encuentras (el más espontáneo) y tomas la primer pluma que encuentras (la más espontánea) y con esas manos firmes y grandes que me encantan, escribes casi con divinidad, tu número. Con el encanto mítico que te caracteriza, tomas las herramientas necesarias y me das un trozo de ti. No niego que probablemente sea el mas nimio y común de todos tus pedazos, pero al final de cuentas me lo diste tú a mí, con entera libertad y disposición, poniendo especial cuidado en los detalles como subrayar tu nombre o redondear bien el cero.
La segunda posibilidad me asusta tanto que estoy a punto del desmayo. Coger cualquier pluma (aunque no será cualquiera), una pluma premeditada e incompetente, y con estas manos sucias, obsenas, débiles, temblorosas, aterradas e inseguras; escribir tu nombre y tu número. Con la letra mas falsa de la que soy capaz, si quiera intentar suplantarte. Me resulta tan poco factible como repugnante.
Por eso fue un alivio encontrar entre mi economía el sagrado papelito, y después de un estallido de violento júbilo he podido dormir tranquilo, sabiendo que no puedo ser tan descuidado. Con eso en mente, he soñado contigo. En mi sueño, no te conocía y tras encontrarte en una plaza, me introduje sin permiso en tu vientre y fascinado con la fascinacion que tu me causas andaba dentro de ti y tú toda llena de estrellas y mar y no me cansaba de explorar tus colores.
Sin avisar: manos, tú, mi almohada, su colchón, la sensacíon de vacío.
Todo lo que me provocas.
Belem 182
Es en esta entrada donde todo comienza. No hay otra forma de decirlo, porque todo puede empezar o terminar. Comienza o termina según se vea, según tu etapa de vida, el color de tus ojos... Es la calle de nombre tan sugestivo y el zaguán marrón, ese que esta ahí. Te lo señalo tan puntualmente porque sé que no es fácil de ver, he pasado un momento difícil buscándolo, porque según me dijeron, prefiere mantenerse en el anonimato. Total que está la calle vieja de Guadalajara, la banqueta sucia y cuarteada, y la puerta, esa altísima puerta que más bien es un portón. El portón parece una broma o un reto (también eso depende de ti...) y me resulta fascinante porque no se cansa de bailar. Pero no baila solo y no necesita bailar solo, gracias a que el naranjo le ha servido de pareja desde siempre, desde que le mundo es mundo en esa semilla que nadie podrá comprender jamás. Sobre todo bailan cuando llueve o cuando el viento se enoja, pero no hay que engañarnos, porque ellos siempre danzan al compás de pasos y ventas y aunque quisieran, nadie los puede perturbar. Quizás un poco cuando se abre la puerta, pero ellos saben que la interrupción es temporal, y son pacientes; los imperturbables, los casi muertos.
Ahora hay mas personajes: el portón, el naranjo, la banqueta sucia y el sol. Para pasar esos obstáculos hay que tomar valor y decidirse, abrir esa puerta enorme e internarse en lo desconocido. Empujas y un ruido endemoniado, ensordecedor. A la puerta le gusta el escándalo, está tan enamorada de la alharaca como del naranjo y no teme manifestarlo, he ahí su confesión indiscutible. Después del grito viene la oscuridad y un frío acogedor, el pasillo corto y las escaleras medianamente rojas. Una puerta más, una exquisitamente honesta y silenciosa que nos conduce a la dolorosamente desnuda estancia. Es pequeña, pero la considero el preámbulo perfecto para zonas mas privadas. La puerta pierde protagonismo cuando observas a la mujer que te da la bienvenida mientras busca con vehemencia algo en la lavadora, enmarcada en medias a rayas (el vínculo que se da) y justo enfrente un grupo de enigmáticas personas.
Le sigue la última puerta que conduce a mas puertas y que es casi tan egoísta como la primera. Entre las personas de la casa hay un acuerdo implícito que prohíbe abrir ese último portón. Nadie lo abre porque sigue el absurdo. Después de esa falible barrera aparece el desconcierto, detrás se esconde el sinsentido: una oda a lo abstracto. No se puede bajar las zapatillas de las señales ni desvestir a la virgen en pleno siglo XXI. Al pasar esa puerta te abres a otras dimensiones, te sumerges en sinuosas circunvoluciones. Deja de importar el sillón desvencijado o la cocina o el estudio que le sigue sistemáticamente. Te detienes y estás listo para probar otras cosas o ver otras vidas. El experimento sigue, con o sin el miedo y la calle con la casa, con el zaguán y el árbol, con el pasillo y las escaleras y la loca con medias en la lavadora y lo abstracto. Toda la metáfora de la vida entre puertas y zaguanes, los sillones sucios y lo que vi.
Es en esta entrada donde todo comienza. No hay otra forma de decirlo, porque todo puede empezar o terminar. Comienza o termina según se vea, según tu etapa de vida, el color de tus ojos... Es la calle de nombre tan sugestivo y el zaguán marrón, ese que esta ahí. Te lo señalo tan puntualmente porque sé que no es fácil de ver, he pasado un momento difícil buscándolo, porque según me dijeron, prefiere mantenerse en el anonimato. Total que está la calle vieja de Guadalajara, la banqueta sucia y cuarteada, y la puerta, esa altísima puerta que más bien es un portón. El portón parece una broma o un reto (también eso depende de ti...) y me resulta fascinante porque no se cansa de bailar. Pero no baila solo y no necesita bailar solo, gracias a que el naranjo le ha servido de pareja desde siempre, desde que le mundo es mundo en esa semilla que nadie podrá comprender jamás. Sobre todo bailan cuando llueve o cuando el viento se enoja, pero no hay que engañarnos, porque ellos siempre danzan al compás de pasos y ventas y aunque quisieran, nadie los puede perturbar. Quizás un poco cuando se abre la puerta, pero ellos saben que la interrupción es temporal, y son pacientes; los imperturbables, los casi muertos.
Ahora hay mas personajes: el portón, el naranjo, la banqueta sucia y el sol. Para pasar esos obstáculos hay que tomar valor y decidirse, abrir esa puerta enorme e internarse en lo desconocido. Empujas y un ruido endemoniado, ensordecedor. A la puerta le gusta el escándalo, está tan enamorada de la alharaca como del naranjo y no teme manifestarlo, he ahí su confesión indiscutible. Después del grito viene la oscuridad y un frío acogedor, el pasillo corto y las escaleras medianamente rojas. Una puerta más, una exquisitamente honesta y silenciosa que nos conduce a la dolorosamente desnuda estancia. Es pequeña, pero la considero el preámbulo perfecto para zonas mas privadas. La puerta pierde protagonismo cuando observas a la mujer que te da la bienvenida mientras busca con vehemencia algo en la lavadora, enmarcada en medias a rayas (el vínculo que se da) y justo enfrente un grupo de enigmáticas personas.
Le sigue la última puerta que conduce a mas puertas y que es casi tan egoísta como la primera. Entre las personas de la casa hay un acuerdo implícito que prohíbe abrir ese último portón. Nadie lo abre porque sigue el absurdo. Después de esa falible barrera aparece el desconcierto, detrás se esconde el sinsentido: una oda a lo abstracto. No se puede bajar las zapatillas de las señales ni desvestir a la virgen en pleno siglo XXI. Al pasar esa puerta te abres a otras dimensiones, te sumerges en sinuosas circunvoluciones. Deja de importar el sillón desvencijado o la cocina o el estudio que le sigue sistemáticamente. Te detienes y estás listo para probar otras cosas o ver otras vidas. El experimento sigue, con o sin el miedo y la calle con la casa, con el zaguán y el árbol, con el pasillo y las escaleras y la loca con medias en la lavadora y lo abstracto. Toda la metáfora de la vida entre puertas y zaguanes, los sillones sucios y lo que vi.
samedi, décembre 18, 2004
No one can be happier than me
Martes
Fue levantarnos sin carro ni planes concisos. Yo, por supuesto, dudoso y me quería ir de ahí lo más rápido. Increible que me quisiera regresar a Hermosillo. Memo sabía como hacerme reír y hablabamos de pendejadas y jugamos cartas. Esperabamos. Nunca llegaron, pero una llamada desencadenó todo. Un arranque de espontaneidad me arrasrto a la terminal, y es que yo debía salirme ya.
Llegué a Guadalajara entre las 0830 y las 0900 y me disponía a tomar el camión con unos alemanes enamorados. Finalmente 60 pesos nos convencieron a ambos y de repente me encuentro en la puerta de Belem 182 en la colonia Centro. Y ya caminé frente a esa famosísima catedral con sus torres fatales, comi tamales y depués galletas mágicas... lo que mas tarde nos llevó a reirnos como estupidos y locuras gastronómicas. El efecto fue lento, pero bastante firme y de repente estuve girando en colores mientras mi cabeza se alejaba de mi cuerpo. Mi cuello no era mas que una banda elástica y no paraba de girar a millones de revoluciones por segundo al son de un jazz tan desconocido como Miles Davis. Rodolfo no estaba mas, pero yo me mantenía en un trance dificil de explicar, tan absurdo que me avergonzaba. Pronto entendí que eran ondas de tristeza hechas color, justo como la frescura que me da en la punta de los dedos o en la lengua o esa oscuridad que solo se dejaba ver a ratos. Y todo en su onda, y todos viendome y de repente mi cabeza se detiene y de nuevo me avergüenzo como si fuera la ultima vez y prometo dejar lo cóncavo al reves y volverlo todo una paradoja. En lo mientras hablamos de perros en casas, tortillas perfectamente doradas y biombos inútiles.
Y de pronto fue mañana otra vez.
Miércoles
De hecho, la mañana empezó tarde, como a la una. Fue curioso porque nos sorprendió vestidos o quizas fue solo un engaño. Mi cabeza seguía totalmente dislocada y ellos ya estaban afuera. Tomé la mala desición de acompañarlos: a la SOGEM, a caminar sin rumbo, a la exposición indispuesta. El tiempo se pasó sin mas y no habiamos dejado de caminar con los pantalones y los zapatos a cero absoluto. Los camioneros en Guadalajara son peor que en Hermosillo y es curioso porque antes no lo hubiera podido concebir.
Ahora espero Rodolfo mientras escucho a la primera banda en la luna ("as long as we remember"). Y mañana es una incógnita igual. No sé si Rodolfo vaya a estar. Hablaré con Sung y a ver si se arma algo. He's nice... I could even say he's cute. No tengo mucho dinero y eso me limita. Ni siquiera estoy escribiendo bien, pero no es eso lo que quiero... mas bien me gustaría comer y dormir y que se me quite ya este mareo tan sutil.
Martes
Fue levantarnos sin carro ni planes concisos. Yo, por supuesto, dudoso y me quería ir de ahí lo más rápido. Increible que me quisiera regresar a Hermosillo. Memo sabía como hacerme reír y hablabamos de pendejadas y jugamos cartas. Esperabamos. Nunca llegaron, pero una llamada desencadenó todo. Un arranque de espontaneidad me arrasrto a la terminal, y es que yo debía salirme ya.
Llegué a Guadalajara entre las 0830 y las 0900 y me disponía a tomar el camión con unos alemanes enamorados. Finalmente 60 pesos nos convencieron a ambos y de repente me encuentro en la puerta de Belem 182 en la colonia Centro. Y ya caminé frente a esa famosísima catedral con sus torres fatales, comi tamales y depués galletas mágicas... lo que mas tarde nos llevó a reirnos como estupidos y locuras gastronómicas. El efecto fue lento, pero bastante firme y de repente estuve girando en colores mientras mi cabeza se alejaba de mi cuerpo. Mi cuello no era mas que una banda elástica y no paraba de girar a millones de revoluciones por segundo al son de un jazz tan desconocido como Miles Davis. Rodolfo no estaba mas, pero yo me mantenía en un trance dificil de explicar, tan absurdo que me avergonzaba. Pronto entendí que eran ondas de tristeza hechas color, justo como la frescura que me da en la punta de los dedos o en la lengua o esa oscuridad que solo se dejaba ver a ratos. Y todo en su onda, y todos viendome y de repente mi cabeza se detiene y de nuevo me avergüenzo como si fuera la ultima vez y prometo dejar lo cóncavo al reves y volverlo todo una paradoja. En lo mientras hablamos de perros en casas, tortillas perfectamente doradas y biombos inútiles.
Y de pronto fue mañana otra vez.
Miércoles
De hecho, la mañana empezó tarde, como a la una. Fue curioso porque nos sorprendió vestidos o quizas fue solo un engaño. Mi cabeza seguía totalmente dislocada y ellos ya estaban afuera. Tomé la mala desición de acompañarlos: a la SOGEM, a caminar sin rumbo, a la exposición indispuesta. El tiempo se pasó sin mas y no habiamos dejado de caminar con los pantalones y los zapatos a cero absoluto. Los camioneros en Guadalajara son peor que en Hermosillo y es curioso porque antes no lo hubiera podido concebir.
Ahora espero Rodolfo mientras escucho a la primera banda en la luna ("as long as we remember"). Y mañana es una incógnita igual. No sé si Rodolfo vaya a estar. Hablaré con Sung y a ver si se arma algo. He's nice... I could even say he's cute. No tengo mucho dinero y eso me limita. Ni siquiera estoy escribiendo bien, pero no es eso lo que quiero... mas bien me gustaría comer y dormir y que se me quite ya este mareo tan sutil.
mardi, décembre 14, 2004
dimanche, décembre 12, 2004
DataLife
Me has jodido en tantas ocaciones que ya no puedo evitar pensar que lo haces a propósito. Los has hecho tantas veces que es casi un reflejo considerar que premeditadamente me quieres molestar. Te divierte, te ries de mí y yo detesto que heches a perder mis planes, como tantas otras veces lo has hecho ya.
Podés irte a la concha de la mierda que te parió.
Me has jodido en tantas ocaciones que ya no puedo evitar pensar que lo haces a propósito. Los has hecho tantas veces que es casi un reflejo considerar que premeditadamente me quieres molestar. Te divierte, te ries de mí y yo detesto que heches a perder mis planes, como tantas otras veces lo has hecho ya.
Podés irte a la concha de la mierda que te parió.
ETKT 21510331503
Al despegar el avión todo cambia. Volar te ofrece un ángulo de la vida que raras veces podrás apreciar en otras circunstancias. Cuando vuelas, tu visión se ensancha, se agudiza, y la percepción se vuelve, si no engañosa, sí muy variante. Las montañas se ven pequeñitas, diminutos pellizcos que algún sinverguenza le hizo a la tierra. Una vez que estás por sobre todos puedes observar cómo corren los ríos, las afluentes caprichosas delatadas por esos relámpagos arbóreos corriendo infinitos, superponiéndose, formando deltas preciosas. En el aire percibirás detalles que no hay manera de ver de otra forma, como charcos de agua paradójicamente miniaturas o el rompecabezas absurdo en que hemos convertido nuestro suelo con sus piezas oro y esmeralda. Por supuesto, como todo rompecabezas, a éste le faltan algunas partes que alguien ha perdido o robado (una colina que no está más ahí), pero nadie lo nota.
A medida que el avión se eleva, sientes como tu poder aumenta paulatinamente, sientes volverte Dios sobre una maqueta. Hasta donde te alcanza la mirada todo es un preámbulo, un voceto de lo que será, de manera que puedes quitar la hilera de casas que nunca te gustó, remover unas colinas muy desagradables (esas que parecen pezones de mujer exhibisionista) o recorrer la playa un poquito más al oeste. Desde el aire nada es lo que parece y uno se confunde fácilmente. Tú que pensabas que el metro era un gran gusano naranja. Y una vez estuve a punto de reportar mi descubrimiento: una nueva especie de víbora, para luego descubrir que eso que serpenteaba graciosamente era la autopista internacional, mas tarde llegué a la conclusión de que fue bueno haberme dado cuenta a tiempo antes de llamar a los taxónomos y pasar la peor vergüenza zoológica de mi vida. De manera que volar también conduce al ridículo, al llanto enardecido, la alegría invasora, el poder avasallador.
Volando siento que estar solo es más que bueno, cosa que no me sucede en otras ubicaciones. En el aire no pienso en todo lo malo que hay abajo... a excepción , quizás, de esa fábrica. Cuando vuelo como nieve, busco a Oliveira, huelo canela, adivino figurillas y caminos; y a mí me encanta adivinar.
Al despegar el avión todo cambia. Volar te ofrece un ángulo de la vida que raras veces podrás apreciar en otras circunstancias. Cuando vuelas, tu visión se ensancha, se agudiza, y la percepción se vuelve, si no engañosa, sí muy variante. Las montañas se ven pequeñitas, diminutos pellizcos que algún sinverguenza le hizo a la tierra. Una vez que estás por sobre todos puedes observar cómo corren los ríos, las afluentes caprichosas delatadas por esos relámpagos arbóreos corriendo infinitos, superponiéndose, formando deltas preciosas. En el aire percibirás detalles que no hay manera de ver de otra forma, como charcos de agua paradójicamente miniaturas o el rompecabezas absurdo en que hemos convertido nuestro suelo con sus piezas oro y esmeralda. Por supuesto, como todo rompecabezas, a éste le faltan algunas partes que alguien ha perdido o robado (una colina que no está más ahí), pero nadie lo nota.
A medida que el avión se eleva, sientes como tu poder aumenta paulatinamente, sientes volverte Dios sobre una maqueta. Hasta donde te alcanza la mirada todo es un preámbulo, un voceto de lo que será, de manera que puedes quitar la hilera de casas que nunca te gustó, remover unas colinas muy desagradables (esas que parecen pezones de mujer exhibisionista) o recorrer la playa un poquito más al oeste. Desde el aire nada es lo que parece y uno se confunde fácilmente. Tú que pensabas que el metro era un gran gusano naranja. Y una vez estuve a punto de reportar mi descubrimiento: una nueva especie de víbora, para luego descubrir que eso que serpenteaba graciosamente era la autopista internacional, mas tarde llegué a la conclusión de que fue bueno haberme dado cuenta a tiempo antes de llamar a los taxónomos y pasar la peor vergüenza zoológica de mi vida. De manera que volar también conduce al ridículo, al llanto enardecido, la alegría invasora, el poder avasallador.
Volando siento que estar solo es más que bueno, cosa que no me sucede en otras ubicaciones. En el aire no pienso en todo lo malo que hay abajo... a excepción , quizás, de esa fábrica. Cuando vuelo como nieve, busco a Oliveira, huelo canela, adivino figurillas y caminos; y a mí me encanta adivinar.
jeudi, décembre 09, 2004
Carácter...
Qué criatura extravagante, magnífica, luminosa, majestuosa y singular. Qué maravillosa, pasmosa, sorprendente, extraordinaria, estupenda y delicada. Qué encantadora, seductora, sugestiva, llamativa, atractiva, radiante, hipnotizante, fascinante y fina. Qué deslumbrante, esplendorosa, lúcida y resplandeciente que me resultas.
Qué criatura extravagante, magnífica, luminosa, majestuosa y singular. Qué maravillosa, pasmosa, sorprendente, extraordinaria, estupenda y delicada. Qué encantadora, seductora, sugestiva, llamativa, atractiva, radiante, hipnotizante, fascinante y fina. Qué deslumbrante, esplendorosa, lúcida y resplandeciente que me resultas.
lundi, décembre 06, 2004
You're my weapon of choice
Te elijo a ti entre todas. Tomo tus labios y me maravillo, me embriago, me saturo del dulce que brota de cada pliegue. Me he decidido por ti entre millones de posibles candidatas y te maldigo con mi necesidad de protegerte. Te escojo entre las demás por cada centímetro de tu piel que huele a flores o a confites. Te selecciono sin pedir nada a cambio, sin exigencias absurdas y me contento con el bamboleo de tu voz angulada. Entre tantas, te quiero a ti por tu sonrisa de perfecta imperfección y tu corteza de ébano. Y si lo preguntas, es culpa mia, culpa de mi miedo de vidrio ardiendo en cada constelación que me ofreces.
No te ofendas, pero debo decirte que me das lástima, me das una tristeza enorme de infierno destrozado porque eres mi elección. Ser elegida por mi es perder, es la descepción abominable, el regalo que nadie quiere y te consume vorazmente y no le cuesta nada engullir a otros y a todo y a mí contigo.
Te elijo a ti por tu encarnación de Perséfone. Al caminar camino en círculos, en tus círculos; los repaso, los conozco, los exploro, los deseo, deseo que me deseen, los reanimo, los pongo a prueba. Te escojo aun invadida de máquinas, bañada en tuercas, porque eres imposible empañar, porque no te molestas en ser translúcida. Siempre andas en campos cubiertos de flores, poblados de aves, aunque sea mentira. Me evocas el cielo alemán al que tanto amor inocente le tengo, y no es comparación, pero si hay algo digno de enorgullecerse en todo esto, es de mi amor celeste y escasas memorias.
Resultaste electa por el juego cruel de mi mente, culpa de mi lengua que se enrosca sobre ella, sobre otras, sobre mis pies, sobre los nudos haciendo mas nudos y el microcosmos que se forma de puros dedos y lenguas y nudos y en el centro tú como pilar que me resultas, como base colérica entre tantas otras que no me pueden. Si fueras mi único soporte ya me habría desvanecido. Por suerte tengo mas, pero ninguna tan perfumada ni tan monstruosa.
Te prefiero porque tienes miles de salientes, bifuraciones, esquinas, anastomosis, conexiones, detalles, ángulos, escondrijos, madrigueras, secretos pequeñisismos; y cada uno es más bello que el anterior y cada uno intriga más que el anterior. No puedo ni siquiera mirar porque caigo en el ciclo lastimero y resplandeciente al que me estás acostumbrando. Son tantos y tan poblados y tan detallados en milímetros exquisitos que me pierdo, despierto con el alma calcinada. Cada vereda que te descubro me hechiza y me toma por el cuello intensamente, mi cabeza rueda, mis manos no se levantan. Todas tus veredas tienen sus propios caminos, cada caminillo tiene sus senderos diminutos con flores, plumas y riachuelos flamantes. Tiemblo ante tu contraste, porque sólo tú eres arroyos con fuego y me sobrecoge cómo me confundes, el vértigo fragante al que me empujas.
Por eso te escojo a ti, porque me matas, pero contigo morirse da gusto. Contigo lo aterrador es placentero y tus muslos de gatillo se aprecian sabrosos y no me da miedo disparar.
Te elijo a ti entre todas. Tomo tus labios y me maravillo, me embriago, me saturo del dulce que brota de cada pliegue. Me he decidido por ti entre millones de posibles candidatas y te maldigo con mi necesidad de protegerte. Te escojo entre las demás por cada centímetro de tu piel que huele a flores o a confites. Te selecciono sin pedir nada a cambio, sin exigencias absurdas y me contento con el bamboleo de tu voz angulada. Entre tantas, te quiero a ti por tu sonrisa de perfecta imperfección y tu corteza de ébano. Y si lo preguntas, es culpa mia, culpa de mi miedo de vidrio ardiendo en cada constelación que me ofreces.
No te ofendas, pero debo decirte que me das lástima, me das una tristeza enorme de infierno destrozado porque eres mi elección. Ser elegida por mi es perder, es la descepción abominable, el regalo que nadie quiere y te consume vorazmente y no le cuesta nada engullir a otros y a todo y a mí contigo.
Te elijo a ti por tu encarnación de Perséfone. Al caminar camino en círculos, en tus círculos; los repaso, los conozco, los exploro, los deseo, deseo que me deseen, los reanimo, los pongo a prueba. Te escojo aun invadida de máquinas, bañada en tuercas, porque eres imposible empañar, porque no te molestas en ser translúcida. Siempre andas en campos cubiertos de flores, poblados de aves, aunque sea mentira. Me evocas el cielo alemán al que tanto amor inocente le tengo, y no es comparación, pero si hay algo digno de enorgullecerse en todo esto, es de mi amor celeste y escasas memorias.
Resultaste electa por el juego cruel de mi mente, culpa de mi lengua que se enrosca sobre ella, sobre otras, sobre mis pies, sobre los nudos haciendo mas nudos y el microcosmos que se forma de puros dedos y lenguas y nudos y en el centro tú como pilar que me resultas, como base colérica entre tantas otras que no me pueden. Si fueras mi único soporte ya me habría desvanecido. Por suerte tengo mas, pero ninguna tan perfumada ni tan monstruosa.
Te prefiero porque tienes miles de salientes, bifuraciones, esquinas, anastomosis, conexiones, detalles, ángulos, escondrijos, madrigueras, secretos pequeñisismos; y cada uno es más bello que el anterior y cada uno intriga más que el anterior. No puedo ni siquiera mirar porque caigo en el ciclo lastimero y resplandeciente al que me estás acostumbrando. Son tantos y tan poblados y tan detallados en milímetros exquisitos que me pierdo, despierto con el alma calcinada. Cada vereda que te descubro me hechiza y me toma por el cuello intensamente, mi cabeza rueda, mis manos no se levantan. Todas tus veredas tienen sus propios caminos, cada caminillo tiene sus senderos diminutos con flores, plumas y riachuelos flamantes. Tiemblo ante tu contraste, porque sólo tú eres arroyos con fuego y me sobrecoge cómo me confundes, el vértigo fragante al que me empujas.
Por eso te escojo a ti, porque me matas, pero contigo morirse da gusto. Contigo lo aterrador es placentero y tus muslos de gatillo se aprecian sabrosos y no me da miedo disparar.
dimanche, décembre 05, 2004
I'm your toy, your Klinefelter boy
Psychiatric disorders ranging from anxiety and neuroses to psychosis and depression are common in KS. [45,47,51] Compared with other boys their age, adolescents with KS consider themselves more sensitive, introspective, apprehensive, and insecure. [45,47,49] They also have more problems with peer groups and less sexual interest in girls. [47] The combination of feminine physical features, poor motor coordination, and difficulties in speech and memory probably impairs the attainment of adequate self-esteem, increases anxiety, and promotes insecurity.
45. Barr ML. The natural history of Klinefelter's syndrome. Fertil Steril. 1966;17:429-441.
47. Mandoki MW, Sumner GS, Hoffman RP, Riconda DL. A review of Klinefelter's syndrome in children and adolescents. J Am Acad Child Adolesc Psychiatry. 1991;30:167-172.
49. Ratcliffe SG, Barcroft J, Axworthy D, McLaren W. Klinefelter's syndrome in adolescence. Arch Dis Child. 1982;57:6-12.
51. Pasqualimi RQ, Vidal G, Bur GE. Psychopathology of Klinefelter's syndrome: review of thirty-one cases. Lancet. 1957;2:164-167.
*Bien a bien, nomás me faltan las tetas, los webos duros y el pene chiquito jojojojojojojo*
Psychiatric disorders ranging from anxiety and neuroses to psychosis and depression are common in KS. [45,47,51] Compared with other boys their age, adolescents with KS consider themselves more sensitive, introspective, apprehensive, and insecure. [45,47,49] They also have more problems with peer groups and less sexual interest in girls. [47] The combination of feminine physical features, poor motor coordination, and difficulties in speech and memory probably impairs the attainment of adequate self-esteem, increases anxiety, and promotes insecurity.
45. Barr ML. The natural history of Klinefelter's syndrome. Fertil Steril. 1966;17:429-441.
47. Mandoki MW, Sumner GS, Hoffman RP, Riconda DL. A review of Klinefelter's syndrome in children and adolescents. J Am Acad Child Adolesc Psychiatry. 1991;30:167-172.
49. Ratcliffe SG, Barcroft J, Axworthy D, McLaren W. Klinefelter's syndrome in adolescence. Arch Dis Child. 1982;57:6-12.
51. Pasqualimi RQ, Vidal G, Bur GE. Psychopathology of Klinefelter's syndrome: review of thirty-one cases. Lancet. 1957;2:164-167.
*Bien a bien, nomás me faltan las tetas, los webos duros y el pene chiquito jojojojojojojo*
Did you forget the key??
-I must get through.
-Darling, you are much too big. Simply impassable.
-You mean impossible.
-No, impassable. Nothing's impossible.
-I must get through.
-Darling, you are much too big. Simply impassable.
-You mean impossible.
-No, impassable. Nothing's impossible.
Choisis-moi
Por eso no me gustó mucho el sueño de anoche. Il n'a pas été un bon rêve. In fact, I was totally, completely, deeply jealous of everyone else. A pesar de todo lo que me había esforzado, de todos mis regalos, de todos mis halagos, he didn't even notice me and my heart turned all dark and broken, y pensaba "ça n'est pas juste" y era verdad, pero también era verdad que la vida no lo era. Notaba su indiferencia y me molestaba mas, y me enojaba mas y yo quería agradarle solo un poco, pero sin que él me notara tan deseperado. No, jamás sucedería y yo ya estaba acostumbrado porque siempre me pasa con los hombres que me desesperan y esos que me desesperan son los menos atentos. And I wanted him to talk to me, to invite me, to trust me... because I knew that he would never kiss me.
Por eso no me gustó mucho el sueño de anoche. Il n'a pas été un bon rêve. In fact, I was totally, completely, deeply jealous of everyone else. A pesar de todo lo que me había esforzado, de todos mis regalos, de todos mis halagos, he didn't even notice me and my heart turned all dark and broken, y pensaba "ça n'est pas juste" y era verdad, pero también era verdad que la vida no lo era. Notaba su indiferencia y me molestaba mas, y me enojaba mas y yo quería agradarle solo un poco, pero sin que él me notara tan deseperado. No, jamás sucedería y yo ya estaba acostumbrado porque siempre me pasa con los hombres que me desesperan y esos que me desesperan son los menos atentos. And I wanted him to talk to me, to invite me, to trust me... because I knew that he would never kiss me.
samedi, décembre 04, 2004
