La Corée (pt. II)
Yo siempre pienso en esas cosas, siempre ando repasando esos temas porque es lo que me mantiene obsesionado. Después de darle muchas vueltas llego a la endeble conclusión de que no eres tan lo más (en parte estoy un poco ardilla). Mas bien soy yo que me la paso en la busqueda.
Lo exótico, como tú, como el niemiets, como una mullet con rayos weros y acento chistoso, como el llano; me trastorna, modifica mi entorno en pedazos de vidrio grueso y filoso, altera la forma de mis ojos y mi lengua se vuelve casi brújula.
También es muy probable que yo esté bien demente.