Crónicas VolexianasEn Volex, el tiempo corre en otra dirección, una dirección un tanto incomprensible para los que estamos de este lado, una dirección absurda desde nuestro particular punto de vista (nuestro burgués punto de vista). Contrario a lo que uno pudiera imaginar, no hay tanta escoria ni basura humana ni cholos, es el puro reflejo de nuestra sociedad. La mayoría de las personas que ahí se concentran fueron emboscados por la vida. Un solo error los empujó al abismo y no se pueden salir. Quizás no salgan nunca, porque realmente no tienen otras oportunidades u opciones. Acá puedes ver el México ignorante y pobre. No es una ignorancia vergonzosa como la que ostentan las chicas de la Pitic, se siento un poco mas desesperanzadora. También esta el México cruel, el bondadoso creador de empleos, el sucio abusador, el tristemente mecánico
La planta esta llena de gente que se equivoco una sola vez y lo ha lamentado por siempre. José Alberto tiene 21 años y tres hijos (el tercero nació justo el domingo pasado), es casado, jefe de familia... y todavía no ha librado por completo la pubertad. Dice que andaba con la morra y salió embarazada, lo que al principio no le afecto hasta que conoció a la criatura. Fue en ese momento cuando se enganchó, decidió casarse, su padrino le regalo una casa en los Olivos y ahora le toca llevar el pan a la mesa. Betzabeh es madre soltera de una niña. Vivió 2 años con su pareja hasta que decidió dejarlo porque "era un malandro". Ahora debe trabajar y le deja la niña a su 'Amá Graciela. Dice que al principio no quería el turno de la tarde, pero que ahora lo ve bien porque así puede estar con su niña todo el día y a las 5 que sale al trabajo es casi la hora de dormir. Leonardo tiene 26 y es casado, no sé si tenga hijos, pero me supongo que sí. Decidió venirse a Hermosillo porque el lavado de autos que tenía en Guaymas ya no le daba "ni para rayar". Le gusta la "vida rápida" de Hermosillo (y me sorprende que haya gente peor que uno), aunque todavia no lo conoce bien y tiende a perderse.
Estos son solo algunos ejemplos, de mil que hay. Esta el Chente de la 15, Gladys de la 23, Julio César de la 27. Y las cosas que pasan, las cosas que vienen, que van, que nos aromatizan, que nos dan para vivir, son en realidad un montón de cables.