Crónicas Volexianas (Pt. 2)Cuando Cucamonga hablaba de su Yaya, yo sentía que algo se retorcía de la envidia dentro de mí. Esta chica era muy lúcida, guapa, ocurrente y juguetona. La verdad que esos atributos me encantan y ansiaba tener una Yaya para mí. Aun no la tengo, pero si en este mundo hay un digno sustituto, ese sí que lo tengo yo. No es mi secretaria, no no no, no se vayan a creer que Diosito me quiere, es la jefa de la célula 15, una de las tantas que me toca supervisar en la sección B. Desde que llegué, esta chica se ha empeñado en matarme de la risa con su candor y lozanía, de tal manera que el hecho de que esté medio calva, choncha, bigotona y chaparra ha pasado un tanto desapercibido.
Volex ha sido víctima de este sortilegio femenino, rebosante de sabor, vivacidad y charras al puritito estilo Palo Verde. Se llama Juana (Juanita le dicen), y como Yaya, ésta también tiene su arsenal de dulces y conmovedoras frases que nos enternecen a todos. Para muestra un botón.
Juanita es:
Deseo desmedido"Ay, Marcela, hace rato que no me dan pa'mis chicles"
Negación-Juanita, se me hace que te equivocaste con las navajas de toda esta caja.
-Es culpa de este pendejo (señalando "al Guasón"). Pinche puto, me estás pegando lo pendejo!!
Denuncia-Juanita, ¿y el Chente?
-Anda tirando barra el puto ese. Chi pendejo... vale para pura verga.
Inconformidad latente(Después de un largo silencio y sin razón aparente)
"¡Valiendo vergaaaaaaaaaaaa!"